miércoles, 23 de diciembre de 2020

El 23 de diciembre de 1933, 20 km al este de París, se producía un accidente de trenes que derivó en la mayor transformación la industria ferroviaria de la historia de Europa, ese día se producía la "Tragedia de Lagny-Pomponne".

En vísperas de las navidades, ante el aumento en la demanda de pasajes, la empresa Eastern Railway Company disponía de servicios adicionales, por ello la frecuencia de salidas aumentaba haciendo que el tiempo y la distancia entre trenes se acortara. Para poder cumplir con este aumento de servicios se recurría a viejas formaciones en desuso con vagones de madera y a los que no se les había hecho mantenimiento en varios meses, además se hacía que empleados administrativos desarrollaran tareas técnicas y los conductores eran obligados a prolongar su jornada laboral. El expreso "N°55 París-Nancy" partió de la terminal "Gare de l'Est" a las 19:22, 9 minutos después lo hizo el expreso "N°25 bis París-Estrasburgo", una densa niebla en las afueras de la ciudad hacían que esa distancia fuera esencial para la seguridad. A 22 Km de la terminal se encuentra la estación "Vaires-Torcy", a partir de allí la cantidad de vías se reduce de 4 a 2 por lo que los trenes pasan a circular por la misma trocha, por otra parte las señales dejan de ser eléctricas y pasan a ser mecánicas. En el tramo entre Lagny y Pomponne hay un baypass de maniobras, allí un tren de carga estaba siendo desviado a una vía alternativa por lo que las señales obligaban al expreso N°55 a detenerse, su conductor no tuvo inconvenientes en ver las indicaciones y frenó normalmente. Por su parte el expreso N°25 bis avanzaba a 110 km/h, pocos minutos después la imponente locomotora a vapor tipo 241 llamada "Mountain" embistió el furgón de cola del expreso N°55, la combinación de peso y velocidad de la locomotora despedazaron los últimos 4 vagones de madera provocando la muerte de 214 personas y heridas a otras 300. El conductor del expreso N°25 bis y los mecánicos que certificaron el tren fueron detenidos de inmediato hasta determinar las causas del accidente. La magnitud de la tragedia hizo que la sociedad reclamara un rápido esclarecimiento, sin embargo la investigación no encontró una causa sino 5. La primera causa era indudablemente la niebla que provocó o desencadenó la combinación de las otras 4. La segunda fue la precariedad y ambigüedad del sistema de señalización mecánico lumínicas de ese tramo de vías, al no verse la posición del brazo las luces eran esenciales, 2 blancas daban paso, dos verdes detenerse y una naranja frenado inmediato, con niebla las luces blancas y verdes se confundían fácilmente. La tercera era que la alarma de proximidad del expreso N°25 bis era obsoleta y se había congelado, la cuarta fue que el sistema de descarrilamiento forzado no funcionó. La última y más inverosímil era que el conductor del expreso N°25 bis era daltónico y nunca había sido detectado, sin un culpable directo nadie fue condenado por ello el estado se concentró en mejorar la infraestructura. Se cambió el sistema de señales al internacional verde, amarillo y rojo, se reemplazaron todos los vagones de madera por metálicos, su mayor peso hizo que también se tuvieran que reemplazar las locomotoras y todo el tendido de vías. A nivel nacional se revisaron todos los contratos de concesión, la mayoría fueron interrumpidos y las líneas fueron absorbidas por el estado, para ello se formó la "SNCF" (Société nationale des chemins de fer français), esta política fue imitada por todos los países de Europa permitiendo el inicio de la interconexión europea. 

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