Si les cuento que hubo un gobierno que por decreto estableció que a partir del 10 de abril de 1918 un kilogramo pesaba 800 gramos. Me creerían?, y si me creen seguro pensarían que fue en algún país bananero o una dictadura cocolisa. No, fue en Europa, mas precisamente en España. El gobierno conservador de Antonio Maura no daba pie con bola para controlar una crisis económica y social. El primer escalón de una alimentación básica en momentos de crisis es el pan, o sea, el trigo. Maura decretó la Ley de subsistencias para evitar el acopio especulativo de los productores. Pero adivinen que pasó, no declaraban sus stocks, lo exportaban ilegalmente y el precio del pan se fue a las nubes. El panadero que conseguía harina la debía pagar a precio oro, por eso el pan no tenía un precio lógico. Como el gobierno no pudo ganarle a los especuladores buscó un enemigo mas débil, si, el pueblo. Mas preocupado por mantener el poder que en solucionar la crisis no se le podía haber ocurrido una medida tan inútil como ridícula. Ahora cuando ibas a comprar un kilo de pan te darían 800 gramos. Ah, y no te hagas el piola en pedir medio kilo, porque te daban 400 gramos. Entonces en vez de aumentar el pan te daban menos, parece joda pero a los españoles no les causó ninguna gracia. La medida quedó sin efecto con los años pero agarrate, hoy en día hay panaderías en España que sus balanzas siguen arregladas y 100 años después te siguen dando 800 gramos. Un verdadero insulto al sistema métrico internacional.
Fuente: Pequeñas Piezas de la Historia
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