Hace ochenta años, los funcionarios del Poder Ejecutivo de la provincia de Mendoza plantearon la necesidad de implementar un Plan de Regulación de la Ciudad y otros departamentos con el objetivo de proyectarse hacia el futuro.
Existía entonces una gran desorganización urbana, tanto en materia de planificación como edilicia, y Mendoza no contaba con ningún edificio público que estuviese a la altura de los que se encontraban en Buenos Aires y otras provincias.
Fue un arquitecto uruguayo llamado Mauricio Cravotto quien, luego de presentarse en un concurso, propuso revolucionar el concepto urbanístico ciudadano.
Arde la ciudad
Desde 1935, se planteó desde el Ejecutivo la intención de planificar la ciudad de Mendoza y sus departamentos. Pero pasarían más de cuatro años antes de que nuestra provincia sancionara la ley 1372, sobre el “Plan de Regulación de las ciudades villas de Mendoza”.
Por aquel entonces, muy poco se había logrado para concretar edificios públicos; solamente habían quedado los cimientos de la proyectada casa de gobierno, en medio de la plaza Independencia, que mutiló este predio hasta 1942.
La casa de gobierno se encontraba en calle Rivadavia y otras oficinas públicas estaban distribuidos en distintos lugares de la ciudad.
Además existía un trazado improvisado de calles y jardines públicos, sin una regulación al respecto. La edificación invadía a pasos agigantados todos los espacios libres.
Esta ley pretendió proyectar hacia el futuro una nueva Mendoza.
Un gran arquitecto del Uruguay
Mauricio Cravotto nació en Montevideo el 26 de setiembre de 1893. Sus padres fueron Antonio y Angelina Schiavón.
Desde muy joven se sintió atraído por la arquitectura y el urbanismo. Estudió en la Facultad de Matemáticas de esa ciudad y se graduó con medalla de oro en 1917. Un año después, fue distinguido con otro galardón dorado al obtener el primer premio organizado por la Sociedad de Arquitecto de ese país.
Fue profesor en la Facultad y dirigió la cátedra de proyectos de arquitectura en especial de trazado de ciudades. Formó parte del Consejo directivo y también ocupó el puesto como Decano.
En 1929 proyectó el pabellón uruguayo para la Exposición Internacional de Sevilla de ese año y, posteriormente, fue el propulsor del Plan Regulador de Montevideo.
Escribió varios libros relacionados al tema. Su casa, ubicada en calle Sarmiento de la ciudad de Montevideo, hoy es museo y sede de la fundación que lleva su apellido. Cravotto falleció el 14 de octubre de 1962.
Su relación con la provincia de Mendoza nació a mediados de los 30’s cuando conoció a varios profesionales de esta región.
Mendoza expectante
En la mañana de 10 de enero de 1941 se realizó en el despacho del intendente municipal, doctor Cruz Vera, el acto de apertura del concurso para la confección del plan regulador, reformador y de extensión de la ciudad de Mendoza.
Varios fueron los proyectos presentados por los más grandes urbanistas de ese momento. Entre ellos, se encontraban títulos como “Farwest”, “Zanjón Amarillo”, “Capital de Los Andes”, “Yuco”, “Plumerillo” y “Claveles Mendocinos”.
Entre los participantes se encontraban Adolfo Farengo, Fermín Bereterbide, Alberto Belgrano Blanco, los uruguayos Mauricio Cravotto y Juan Antonio Scasso, Alberto Coni Molina, Raúl J. Alvarez. También el descollante arquitecto suizo Le Corbusin y Pierre Jeanneret.
Los ganadores de aquel concurso fueron Fermín Bereterbide, Alberto Belgrano Blanco, Mauricio Cravotto y Juan Scasso, a quien se contrató de inmediato.
Aunque Bereterbide, Belgrano Blanco y Scasso se proclamaron ganadores, fue el oriental Mauricio Cravotto quien proyectó esta obra para Mendoza.
La aldea feliz
El proyecto consistía en la habilitación de dos distribuciones principales (de Gobierno y Municipal) y otros núcleos de concentración. El Palacio de gobierno se localizaría en la zona de la Quinta Agronómica -actual emplazamiento- mientras tanto el Edificio Municipal se ubicaría en los terrenos del ferrocarril, por entonces denominado Pacífico.
Con ventajas funcionales y simbólicas, la proyección ubicaba los dos espacios más singularmente atrayentes del casco urbano mendocino.
Por una parte, se había dispuesto de edificios y espacios adecuados para el Poder Ejecutivo, la Legislatura y la Justicia. Además se tenía en cuenta el monumento a la Bandera, en la explanada cívica. La Universidad de Cuyo se encontraría más hacia el sur de dicho emplazamiento.
Por otra parte, la calle Mitre sería una arteria principal y se comunicaría con la plaza Independencia. Además de las otras vías de accesos, en ella se instalarían hoteles, pequeños negocios para turistas y lugares de distracción. Además de construir recovas, desde la calle Patricias Mendocinas se entraría por una galería - este y oeste- a la plaza San Martín y por calle Necochea se llegaría al centro del vino, el que se fijaría en calle San Juan entre Buenos Aires y Entre Ríos.
El conjunto de la catedral estaría situado en la parte de los terrenos que ocupaba la estación del Trasandino.
Luego del golpe de estado de 1943, este proyecto no se pudo concretar totalmente. Sin embargo, durante el gobierno Justicialista (1946-1955) una parte de esta propuesta se puso en marcha. Al fin, se contruyó la Casa de Gobierno y el Palacio de Justicia.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/el-uruguayo-que-revoluciono-la-urbe-mendocina?pic=0
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