El solsticio de invierno en el hemisferio sur marca el inicio astronómico del invierno y ocurre cuando el eje de la Tierra se inclina lo más lejos posible del Sol en esta mitad del planeta. En 2025, este fenómeno sucede el 20 de junio a las 23:42 (hora argentina). Ese día es especial porque tiene la noche más larga y el día más corto del año. En lugares como Buenos Aires, por ejemplo, el Sol estará sobre el horizonte apenas unas 9 horas, lo que deja unas 15 horas de oscuridad. A partir de ese momento, los días comienzan a alargarse lentamente hasta llegar al equinoccio de primavera en septiembre. El término “solsticio” viene del latín solstitium, que significa “Sol quieto”, porque durante unos días el Sol parece detenerse en su recorrido por el cielo antes de “regresar” en dirección opuesta. Además de su importancia astronómica, el solsticio tiene un profundo valor cultural. En los Andes, por ejemplo, se celebra el Inti Raymi, una ceremonia ancestral en honor al Sol, y en la Patagonia se conmemora el Wiñoy Tripantu, el “nuevo amanecer” para los pueblos mapuches
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