Benito Mussolini (1883-1945). Tuvo numerosas amantes a lo largo de su vida, y él mismo alardeaba de ello.

Se estima que pudo haber tenido entre 400 y 600 relaciones extramatrimoniales, muchas de ellas breves y ocasionales, facilitadas por su posición de poder. La más conocida de todas fue Clara Petacci, 29 años menor que él. Su relación comenzó en 1932 y duró hasta el final de sus vidas: ambos fueron ejecutados por partisanos italianos en 1945 y colgados juntos en la Piazzale Loreto de Milán. Clara dejó diarios personales que revelan detalles íntimos de su vínculo con Mussolini, incluyendo su carácter posesivo, su obsesión por el control y su compulsiva vida sexual. Algunas fuentes describen cómo el Palacio de Venecia, sede del gobierno fascista, se convirtió en escenario de encuentros con mujeres que escribían cartas al Duce y eran recibidas por su secretario personal. Estos relatos han sido objeto de análisis histórico y literario, y reflejan tanto el magnetismo personal de Mussolini como el uso del poder para satisfacer sus deseos.