La situación era compleja, ya que Mendoza pertenecía a la Gobernación Intendencia de Córdoba, que inicialmente se opuso al movimiento revolucionario. Además, Mendoza aspiraba a separarse de Córdoba y establecer su propia gobernación, lo que complicaba aún más la decisión. La Revolución de Mayo en Buenos Aires, con la formación de la Primera Junta, había generado gran conmoción en el Virreinato del Río de la Plata. Mendoza, como parte de la Gobernación Intendencia de Córdoba, se veía influenciada por las decisiones de esta última, que inicialmente se había mostrado contraria a la Junta. Existía un deseo de autonomía en Mendoza, que veía en la posibilidad de unirse a la Junta una oportunidad para separarse de Córdoba y establecer su propia gobernación. El Cabildo de Mendoza, ante la noticia de la formación de la Primera Junta, se reunió para discutir la postura a adoptar. La decisión no fue fácil, ya que implicaba tomar partido entre Buenos Aires y Córdoba, lo que podría generar conflictos. Finalmente, el 23 de junio, el Cabildo abierto reconoció a la Junta Provisional, pero debido a las tensiones, decidieron dar marcha atrás y esperar para tomar una decisión definitiva. La adhesión definitiva de Mendoza a la Revolución llegó con la llegada del coronel Juan Bautista Morón y sus tropas, quienes vinieron a apoyar la causa independentista. A partir de ese momento, Mendoza se integró a la órbita revolucionaria comandada desde Buenos Aires, marcando un punto de inflexión en su historia.
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