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La Estación de Río Blanco, ubicada en la zona cordillerana de Chile, fue uno de los puntos clave del Ferrocarril Trasandino Los Andes–Mendoza, una obra monumental que conectó Argentina y Chile a través de los Andes. Inaugurada en 1906, comenzó a operar plenamente en 1910, año en que la línea férrea quedó habilitada para el cruce internacional. Desde esta estación, los trenes se acoplaban al sistema de cremallera, un mecanismo especial que permitía ascender las pendientes más pronunciadas de la cordillera. La imagen de época muestra el arribo de un convoy con la inscripción “Ferrocarril Trasandino”, rodeado de pasajeros y operarios vestidos con atuendos típicos del temprano siglo XX, enmarcados por un paisaje montañoso imponente.Ideado por los hermanos Juan y Mateo Clark Torres, el Trasandino fue una iniciativa privada que buscaba unir comercialmente Valparaíso y Buenos Aires. La construcción comenzó en 1889, tras varios intentos fallidos, y demandó décadas de trabajo en condiciones extremas. Se estima que más de 500 trabajadores murieron durante la obra, debido a avalanchas, frío extremo y accidentes en túneles y puentes. La estación funcionaba como punto de transición entre el tramo plano y el ascenso cordillerano. Contaba con infraestructura para pasajeros, carga y mantenimiento de locomotoras adaptadas al sistema de cremallera. Fue testigo de intercambios culturales, migraciones, comercio y turismo incipiente entre ambos países. El servicio se mantuvo activo hasta 1984, cuando un alud destruyó parte de la vía en el tramo chileno. Debido a su baja actividad y alto costo de reparación, se decidió no reconstruirlo. Hoy, el trazado entre Río Blanco y la frontera permanece abandonado, aunque aún se conservan rieles y parte del sistema de cremallera. #EstaciónRíoBlanco #FerrocarrilTrasandino #HistoriaFerroviaria #CordilleraDeLosAndes #MemoriaBinacional #PatrimonioIndustrial #TrenesDeÉpoca #1910 #InfraestructuraHistórica #ArchivoFerroviario
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