Vendimiadoras: protagonistas invisibles del progreso mendocino” (1936)

La imagen de mujeres junto a sus hijos cosechando uva en Mendoza en 1936 es mucho más que una escena rural: es un documento profundamente simbólico que condensa trabajo, maternidad, comunidad y el inicio de una tradición cultural que marcaría a la provincia. 1936 fue el año de la primera Fiesta Nacional de la Vendimia, institucionalizando una celebración que ya existía de forma espontánea en los viñedos mendocinos. La vitivinicultura era el motor económico de la región, y la participación femenina en la cosecha era habitual, aunque invisibilizada en los relatos oficiales. Las mujeres trabajaban con sus hijos a cuestas, combinando tareas de crianza y producción en jornadas extenuantes. La imagen muestra a una mujer mayor con un balde, otra más joven con un bebé en brazos, y niños caminando entre las hileras de viñas. No hay maquinaria, sólo cuerpos, herramientas simples y una atmósfera de esfuerzo compartido. El gesto de caminar en grupo sugiere una lógica comunitaria, donde la vendimia era también un ritual familiar. Esta escena fue registrada por el Archivo General de la Nación como parte del inventario fotográfico de la época. Representa la madre vendimiadora, figura que luego sería romantizada en la iconografía de la Fiesta de la Vendimia, pero que aquí aparece en su dimensión real: trabajadora, resistente, multifacética. Es también testimonio de una Mendoza rural, donde la infancia y el trabajo convivían en los surcos de la tierra. #Vendimia1936 #MujeresTrabajadoras #MemoriaRural #HistoriaVisual #MendozaAntigua #CosechaDeUvas #ArchivoFotográfico #InfanciaYTrabajo #PatrimonioVitivinícola #FiestaDeLaVendimia #Mendoza