12 de Noviembre de 1608: ladrillos en el barro, el primer paso hacia una ciudad

El 12 de noviembre de 1608, Fernando Álvarez, tejero y vecino de Buenos Aires, solicitó al Cabildo permiso para construir un horno de ladrillos en los arrabales de la ciudad. Este pedido, posiblemente el primero de su tipo, marcó un hito en la historia edilicia porteña. En los primeros intentos de fundación, tanto Pedro de Mendoza como Juan de Garay enfrentaron la falta de piedra en la región, lo que impidió levantar construcciones sólidas. La ciudad se edificaba con lo que había: barro, troncos y paja. Las viviendas eran precarias y efímeras, muy lejos de los templos de piedra que se veían en México o Perú. Ante esta situación, el gobernador Hernandarias ordenó traer tejas desde Asunción para mejorar los edificios públicos. La iniciativa de Álvarez fue aprobada de inmediato por el Cabildo, que le cedió un terreno cerca del Riachuelo para levantar el horno. Aunque no se conservan registros posteriores, este gesto puede haber sido el inicio de una lenta transformación urbana que permitió a Buenos Aires dejar atrás su aspecto de aldea. #BuenosAires1608 #PrimerHorno #LadrillosYBarro #FundaciónReal #TejasDeAsunción #CabildoYConstrucción #AldeaEnTransformación #HistoriaEdilicia #RiachueloYProgreso #AdobeCriollo #mendozantigua. La ilustración representa el momento fundacional del 12 de noviembre de 1608, cuando Fernando Álvarez solicitó construir el primer horno de ladrillos en Buenos Aires. En estilo grabado histórico, muestra a los trabajadores moldeando barro y paja, el horno rudimentario encendido, y al fondo las precarias chozas que contrastan con el inicio de una transformación urbana. Un homenaje visual al primer gesto de ciudad.