El 9 de Diciembre de 1985, en Buenos Aires, León Arslanián, leía la sentencia del juicio mas importante de la historia Argentina creando un hito en la jurisprudencia mundial, siendo el único caso donde un tribunal condenó a represores de su propio país, ese día culminaba el "Juicio a las juntas". (EH)

El flamante presidente electo, Raúl Alfonsín, comprendió que el laxo proceso que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas estaba llevando a los responsables de la dictadura militar no llevaría a condena alguna. Las demoras y dilaciones de la justicia militar hicieron que en Octubre de 1984 la "Cámara Federal" desplazó al tribunal militar y se hizo cargo de la causa. Para dar un fuerte impulso a la investigación y crear confianza en los denunciantes, Alfonsín creó la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas). Estaba formada por personalidades que generaban confianza, presidida por Ernesto Sábato, trabajó durante 9 meses recorriendo la Argentina, España, México y Francia. El resultado fue la documentación de mas de 9.000 casos concretos de violaciones a los derechos humanos que incluían, secuestros, violaciones, apropiación de bebes, torturas y asesinatos. Este informe no solo fue la columna vertebral de la acusación sino que fue un hito social de gran impacto. Alfonsín como jefe de los fiscales federales instruyó Strassera a concretar la acusación, pero le fue casi imposible armar un equipo de trabajo, la mayoría de los fiscales se excusaban cobardemente. Solo logró la incondicional ayuda de un joven y brillante Luis Gabriel Moreno Ocampo, fundamental en los interrogatorios durante el juicio. Los integrantes de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal que juzgó a las Juntas Militares fueron Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio. El juicio de 530 horas de duración develó y comprobó un aceitado sistema clandestino de represión y exterminio que horrorizó a los presentes. Jorge Luis Borges, presente en una de las audiencias reveló que no podría olvidar las atrocidades que escuchó. Finalmente el 9 de Diciembre de 1985 se leyó la sentencia. Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera fueron condenados a prisión perpetua e inhabilitación absoluta de por vida. El resto de las condenas fueron Roberto Eduardo Viola a 17 años, Armando Lambruschini a 8 años y Orlando Ramón Agosti a 4 años. Leopoldo Fortunato Galtieri y Jorge Isaac Anaya fueron absueltos por no comprobarse delitos de subalternos directos, mientras que Omar Domingo Rubens Graffigna y Arturo Basilio Lami Dozo fueron absueltos por que asumieron la comandancia luego de haberse cerrado el último centro de detención clandestino. En 1986 la Corte suprema de Justicia, dejó firme el fallo. La importancia nacional e internacional del juicio hicieron que el gobierno Noruego ofreciera guardar todos los videos y la sentencia junto a la constitución original Noruega en un bunker a prueba de incendios y bombas atómicas en Oslo, allí descansan desde 1987.