Desde que en 1972 durante la XX Edición de los Juegos Olímpicos en Munich la agrupación terrorista palestina "Septiembre negro" apoyada por la OLP y Al-Fatah, secuestró y asesinó a 6 entrenadores y 5 atletas Israelíes, el servicio secreto MOSSAD inició la búsqueda de los responsables. La primera ministra Golda Meir dio luz verde para cualquier operación necesaria en el extranjero sin respetar ni soberanías ni tratados internacionales. La búsqueda se inició por los que se creían autores intelectuales del hecho, entre ellos se encontraba Ali Hassan Salameh, pero el apuro por conseguir resultados los llevó a cometer errores que costarían la vida a inocentes que nada tuvieron que ver con la masacre de Munich, ese era el caso de Ahmed Bouchiki. Ahmed era un Argelino que con pasaporte Marroquí trabajaba legalmente en Lillehammer, Noruega, y viajaba frecuentemente por Europa acompañando a su hermano Jalloul Bouchikhi, fundador e integrante del grupo "Gipsy Kings". El 21 de Julio de 1973 fue interceptado y asesinado por los agentes Dan Ærbel y Marianne Gladnikoff, cuando estos devolvían el auto alquilado en el aeropuerto Gardermoen de Oslo fueron detenidos por la policía. Como el estado Noruego es muy estricto con su política de seguridad, los agentes fueron presionados en el interrogatorio y al enterarse de la verdadera identidad de la víctima se quebraron y dieron una dirección de la ciudad donde operaba en secreto el MOSSAD, allí la policía detuvo a 4 agentes mas, todos con pasaporte falso. Los 6 implicados fueron condenados a prisión, pero luego de 2 años fueron deportados, Israel desconoció la operación y reasigno a sus agentes a nuevas misiones, aunque en 1996 reconoció su "error" e indemnizó a la familia Bouchiki. El verdadero terrorista, Ali Hassan Salameh murió en un ataque con coche bomba en Beirut, Líbano en 1979.
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